miércoles, 3 de diciembre de 2014

Long Walk to Freedom

ALMUDENA GARCI-MARTÍN PASCUAL

En el último post pudisteis ver lo que habíamos disfrutado el Safari en Inverdoorn, hoy os voy a contar cómo acabaron nuestras vacaciones en Sudáfrica.

En el camino de vuelta a la ciudad, como a una hora y poco de Cape Town, nos desviamos hacia la zona conocida como Franschhoek. El pequeño pueblo que encontramos a un lado y otro de la carretera R45 (Huguenot Rd) era de postal! rodeado de bodegas, extensas tierras llenas de verdes viñedos, enormes montañas, casitas blancas, restaurantes y tiendas con todo tipo de elementos decorativos. Un lugar donde buscar un día de relax!


Huguenot Road




Restaurante Le Bon Vivant


En esta librería encontramos dos joyas de libros antiguos a buen precio


Nada más llegar y con el coche cargado hasta arriba de maletas, nos instalamos en un apartamento muy bonito que os recomiendo por si, estando allí, decidís quedaros a pasar una noche: Los Olivos Penthouses (http://www.losolivos.co.za).

Tengo que confesaros que nos volvimos locos buscando una recepción dónde recoger las llaves que acabó siendo, ni más ni menos, que la caja de una de las tiendas de souvenirs que había cerca del apartamento…de todo se aprende y debía ser la prueba para ganarse la estancia!






Las dos bodegas que visitamos fueron La Motte y Houte Cabriere en la que hicimos un tour por su interior seguido de una cata de vinos (todo por unos 6’5 euros/pers). Las variedades que probamos (sus especialidades suelen ser Pinotage, Shiraz, Chardonnay, Pinot Noir y espumosos) no nos sorprendieron especialmente, todo hay que decir que siendo españoles y con un familiar que entiende bastante de vinos tenemos el listón alto!! (tirando para mi tierra!).

Yo no me considero ninguna entendida, pero quizá si volviese probaría en otras bodegas...hay tantas que acertar a la primera es complicado y seguro que hay mejores!


 La Motte
Houte Cabriere
En cualquier caso, en Franschhoek se come de luxe (el siguiente post vendrá cargadito de recomendaciones gastronómicas), pasear es muy agradable, parece que el tiempo corre a otro ritmo y gracias al apagón de luz que hubo en toda la zona por la noche, pudimos disfrutar de uno de los cielos más brillantes y llenos de estrellas que había visto nunca!
Carne de Springbok (Le Bon Vivant)
Al día siguiente pusimos rumbo hacia Ciudad del Cabo donde nos instalamos en un apartamento que encontramos en Home Away (http://www.homeaway.com).
Lo mejor era la zona donde estaba ubicado, conocida como Waterkant, en la que suele vivir mucha gente joven que trabaja en el distrito central de negocios así como la clase alta de gays y lesbianas.
Está repleto de restaurantes (Beluga), pubs (The Piano Bar), cafeterías (Cafe Manhattan) montadas en casitas bajas de estilo colonial, tiendas de decoración de interiores…todo muy molón! Otro sitio donde quedarse a dormir en este barrio son los Rockwell Apartments (http://www.rockwellhotel.co.za), la mayoría de gente de Volvo que no estaba con nosotros en los Icon estaba en estos apartamentos.


 The Piano Bar

Restaurante Beluga
Cafetería-Pub Manhattan

Por delante nos quedaban 3 días que había que aprovechar al máximo: Robben Island Museum, subir a Table Mountain, recorrer de nuevo la zona de Long Street y Greenmarket Square e ir a la caza y captura de algunos suvenires que habíamos ido fichando los días anteriores eran nuestros objetivos!
El primer día fuimos directos al V&A Waterfront a comprar los tickets del ferry que nos llevaba a Robben Island a hacer la visita guiada por la isla y la cárcel donde Nelson Mandela estuvo encarcelado 18 años. Tuvimos infinita suerte porque creeros que compramos los 2 últimos pases que quedaban para los 3 siguientes días! (luego ya nos íbamos). Nos quedamos a cuadros cuando escuchamos que a los siguientes en la cola les decían que estaba todo agotado hasta el día 26 de Noviembre. Desde luego, si vais y tenéis interés por hacer esta excursión no arriesguéis tanto y comprad las entradas con unos 4-5 días de antelación.
 Robben Island está a 12km de Ciudad del Cabo
 Celda en la que Mandela estuvo 18 años prisionero
 Preparaban menús diferentes para las distintas secciones de la cárcel con el objetivo de enfrentar a los reclusos entre sí por la cantidad de comida
 Visita guiada por el interior de la cárcel
 Los prisioneros tras una huelga de hambre consiguieron tener camas
Aseos y duchas comunes
La visita no es nada del otro mundo, pero no dejas de conocer una parte de la historia sudafricana más de cerca, a la vez que te acercas al largo camino que han tenido que hacer las personas de color hasta conseguir la igualdad y su libertad. El guía era un ex - prisionero político, compañero de Mandela, el que nos confesó no guardar ningún rencor a los que le habían tenido encarcelado durante años. Me creí ese sentimiento porque su perpetua sonrisa y mirada lo delataban.
En cuanto a los souvenirs, dimos varios paseos por el V&A Waterfront y por la zona de Long Street y Greenmarket hasta decidirnos por varias figuras artesanales, entre ellas una máscara comprada a “mi amigo” del Greenmarket que prometí presentaros:











Como broche final a nuestros 26 días en Cape Town, subimos a Table Mountain, considerada una de las 7 maravillas naturales del mundo y confieso que me quede “maravilladaaaa”!!!! atónita de las vistas que tras subir con el cableway tenía delante! El ascenso también se puede hacer en modo treaking, y ambas opciones hay que hacerlas, no son sustituibles!.







Como en cada sitio siempre hay que dejar algo por hacer que sirva de excusa para volver, la excursión a pie ha sido este “porhacer”...Y subir al club del Hemisphere en el piso 31 del edificio ABSA a tomarnos una copilla con vistazas! que dos excusas valen más que una!.

PD: el título del post de hoy va dedicado al libro que escribió y publicó Nelson Mandela en 1995, de carácter autobiográfico y sobre el que también hay una adaptación al cine.

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