miércoles, 11 de febrero de 2015

La aventura China: Hong Kong y Sanya

ALMUDENA GARCI-MARTÍN PASCUAL

Yujujuuu!! Tras casi un mes entre Hong Kong y Sanya, la ciudad más conocida de la isla china de Hainan en la que se ha desarrollado la cuarta parada de la VOR, por fin hemos llegado a Sidney!! 

Opera House Sidney

He estado todo este tiempo desconectada porque, como os contaba antes de salir de Hong Kong, poder navegar en China libremente por internet no es sencillo. Muchas páginas están bloqueadas y hay que hacer algunas trampillas para conseguir  entrar en algo tan habitual como puede ser Gmail o hacer una búsqueda con Google, ni pensar en Facebook o Skype!. No voy a negarlo, se echa de menos¡! Sobre todo cuando es uno de los mejores enlace con tu familia y amigos.

Sin duda, este tramo de la vuelta al mundo ha sido toda una experiencia, en la que hemos podido conocer de primera mano una nueva cultura, con sus costumbres y características tan diferentes a cualquier otra cosa que, al menos yo, hubiese visto antes...y es que esto también es parte de la aventura y de lo que significa viajar, te vas enriqueciendo a la vez que vas cambiando la perspectiva de las cosas, no siempre a mejor por cierto!.

Primeras impresiones al llegar a Hong Kong

Aunque cronológicamente en el tiempo nuestro viaje a Japón va antes que nuestro periplo por HK y China, voy a dejar lo mejor para el final y hoy os voy a contar primero nuestra parada de cinco días en  Hong Kong.
Presiento y me atrevo a adelantar, que lo que más me va a decepcionar de los lugares que vamos a visitar a lo largo de la vuelta al mundo va a ser esta ciudad, y eso que vamos por la mitad del recorrido y nos quedan unos 4 meses de ir de un sitio a otro.

Calles de Hong Kong (Sai Ying Pun)

Actualmente para entrar a Hong Kong no se necesita ningún visado especial, ya que aunque desde 1997 dejó de ser una colonia del Reino Unido para volver a pertenecer a China,  sigue manteniendo un sistema administrativo diferente y especial al resto de regiones del país. En cambio, sí necesitamos visado para poder entrar en Sanya, que por diferentes razones tramitamos en Ciudad del Cabo. Excepto por esto, el resto de cosas en HK son 100% al estilo chino.
Desde el primer día que pisamos la ciudad, me di cuenta de que todo lo que hablan de China respecto a lo sucios que son, la falta de higiene, los olores y la comida indescriptible es más que cierto. Seguro que hay de todo (como en todos sitios), pero la sensación general es que si llega un inspección de sanidad...difícil lo tendrían para superarla!

Aquí no parece que exista ningún tipo de control de cómo conservar los alimentos, empaquetarlos etc todo va por el suelo, en cajas sucias y de mano en mano.




Habían todo tipo de larvas supuestamente "marinas" por todos sitios. Para pararme a fotografiar la comida casi tenía que coger respiración!

Estas pieles secas, tenían un olor terrible
A mi solo con ver sus tiendas de alimentación se me quitaban las ganas de comer en un chino nunca más!, por no hablar de su forma de ir escupiendo continuamente por la calle (previo carraspeo profundo!), de comer sorbiendo con un ruido infernal, sus uñas vírgenes de tijeras,  o su costumbre de orinar en mitad de la calle sin pensárselo dos veces como si fuese algo normal (no daré más detalles!), cosas que hay que ver para creer!. Ojito con el estado de hoteles o apartamentos porque limpiar no es su fuerte, nosotros nos quedamos en los Chi Apartments 138.
La imagen que sale en Google al clicar Hong Kong, llena de rascacielos aparentemente muy bien iluminados no es la realidad que vivimos a pie de calle (no es oro todo lo que reluce), donde la mayoría de edificios eran tan viejos y estaban tan destrozados que parecía que se nos iban a caer encima. Creedme que no me refiero a zonas de pobreza sino a barrios normales donde no cuidan las cosas, por poner un ejemplo, el hotel en el que estuvimos en Sanya tenía solo tres años y parecía que era de hacía cincuenta.







Únicamente en algunas pequeñas zonas muy exclusivas, normalmente llenas de hoteles de cadenas internacionales de renombre y galerías de tiendas de lujo, la cosa cambiaba, pero la realidad es que el resto nos hacía sentir estar en una ciudad gris, poco cuidada, y sin demasiada organización en nada.
Una vez hecha esta introducción y como siempre hay que sacar lo mejor de cada sitio, os contaré lo que vimos durante esos días en los que utilizamos como medio de transporte el metro para ir de un sitio a otro (sencillo de manejar y cómodo). Importante llevar las direcciones escritas en chino si queréis coger un taxi porque, aunque en HK mucha gente sabe Inglés, no suelen ser los taxistas.

Nuestra primera tarde-noche después de instalarnos, nos fuimos a dar un paseo por la Avenida de las estrellas situado en el Victoria Harbour, en Kowloon, desde donde se ve el famoso skyline de la isla de Hong Kong que hemos visto en más de una película y donde cada día a las 20:00 se hace el show multimedia de luces conocido como Symphony of Lights. Se trata de un espectáculo en el que las luces de más de 40 rascacielos a ambos lados del puerto bailan al son de música tradicional china.


No seré injusta y voy a decir que la vista por la noche es espectacular! Y que no me extraña que de lugar a fotones por los que intenten definir HK, pero respecto al supuesto juego de luces y música…primera decepción! No hay apenas luces y más de uno de los presentes mirábamos de un lado a otro preguntándonos si de verdad había empezado la función, o si iba con retraso. La idea es muy buena, pero les queda mucho para que sea sorprendente.
Al día siguiente pusimos rumbo al gran Buda junto al que se encuentra el Po-lin monastery. Visita muy recomendada! Quizá lo que más nos gustó, ya que solo por las vistas desde el cable car que hay que coger para llegar hasta la montaña donde se encuentra el Buda vale la pena. A ambas cosas les damos más que un notable alto! Junto con el monasterio de los 10.000 budas que visitamos la mañana siguiente es lo más interesante y más o menos bien conservado de la ciudad.




















Por la tarde, nos fuimos hacia la zona de Temple Street, donde hay un mercado nocturno…fiasco! Básicamente tanto este mercado como el conocido Ladies Market al que fuimos la tarde siguiente son mercadillos de cosas falsas y chatarrería que además están rodeados de muchos street food desde los que sale un olor infernal y de mercadillos de comida de la que prefieres no preguntar el origen...



Mercadillos de Temple Street y Ladies Market
A las últimas cosas que teníamos apuntadas para ver ya fuimos más reticentes, no lo negaré,  y es que una vez más tanto el Jade Market como el Victoria Peak volvieron a no cumplir nuestras expectativas.
El Jade market se podría decir que es el mejor de los mercadillos que hay en la ciudad. Dentro se encuentran todo tipo de amuletos de jade, perlas y otros tipos de piedras preciosas…el problema es discernir entre si te la están colando con la veracidad de los materiales, o no. Después de ver el negocio de los fakes que hay por toda la ciudad yo preferí no comprar nada, porque barato tampoco lo vendían.



El Victoria Peak (http://www.thepeak.com.hk/en/), a donde subes en un tren cremallera que es lo más bonito de la visita tampoco tiene nada especial. Tras subir, llegas casi directamente a un centro comercial bastante cutrecillo y las vistazas que esperas encontrar no son nada del otro mundo aún menos si están cubiertas de la típica niebla (o nube de contaminación) que cubre la ciudad. 
Tren cremallera para subir al The Peak
Vistas de Hong Kong desde el Victoria Peak
Dicho esto, y sin salir de mi asombro de que China sea una potencia mundial después de lo que he visto, tengo que decir que en Sanya nos lo hemos pasado muy bien!! y que una vez acostumbrados a cruzar sin semáforos con los coches tirándosenos encima, conducir sin carriles, ver familias enteras subidas en una moto sin casco, obviar las ratas que a veces se cruzaban por el camino y hacer la vista gorda en los street food, lo que más importa  al final es la gente que te acompaña, tus amigos y encontrar un par de rinconcitos (que siempre hay alguno en todos sitios) en los que sentirte como en casa (bueno... casi!). 

En Sanya más de uno hemos sobrevivido gracias al Blue Moon Coffee, donde nos hicieron una tarta riquísima para celebrar el 30 cumple de Carlos, el Gourmand y el Harbour House, todos situados en la zona del Serenity Marina.

De estos acuarios de "aguas claras", elegías qué querías que te cocinaran.

Los street food de Sanya, donde arriesgamos cenar un par de días.

Fiesta sorpresa del 30 cumpleaños de Carlos 

Me quedo también con el rato que pasé con el equipazo de Race Management a una de la regatas Pro-AM, en la que pude disfrutar como una niña haciendo fotos a los VO65.







Prometo contároslo todo sobre el país nipón en las siguientes publicaciones, ya veréis qué bonito!!