Creo que me ha costado tanto escribir el post sobre nuestro
viaje a Argentina porque tuve una sensación parecida a como cuando vas al cine
a ver una peli de la que tropecientas personas te han hablado maravillas y
luego a ti no te parece que sea para tanto.
Algo similar me pasó a mí con la ciudad de Buenos Aires
(para gustos…colores!).
El famoso Caminito y barrio de La Boca...no dejan de ser dos calles diagonales de las que mejor no alejarse si no quieres quedarte sin pelo (literal!). Si decidís visitarlo, coged un taxi e ir a comer a "El Obrero" de donde el mismo dueño os sugerirá no salir sin taxi. No está en un barrio seguro, pero su carne a la brasa está de vicio! Le podéis llevar algo de vuestro equipo de fútbol de recuerdo.
A Argentina fuimos entre la stopover de Auckland (Nueva
Zelanda) y la de Itajaí (Brasil). Volamos desde Auckland hasta Santiago de
Chile y de ahí conectamos con el vuelo a Buenos Aires. Como curiosidad contaros
que salimos de NZ un día 16 de Marzo a las 16:15 de la tarde y tras más de 12
horas de vuelo llegamos a Chile un día 16 de Marzo a las 11:00 de la mañana,
así que empezamos el día, antes de lo que lo habíamos dejado!...bienvenido GRAN
JET LAG! Me costó casi una semana hacerme con nuestro nuevo horario.
Nada mejor que aprovechar el jet lag para alargar el día e ir a visitar el Obelisco, o ver un ballet en el bonito Teatro Colón.
Dado que Argentina es grande y alargada, se necesita coger
avión para moverse a sus principales puntos: Cataratas del Iguazú, Ushuaia
(Tierra del Fuego), Mendoza, el Glaciar de Perito Moreno (El Calafate),
Bariloche (Río Negro) etc. Intentar
llegar con tren o con autobús se puede hacer eterno y no es muy aconsejable
(entre otras cosas porque te plantan una huelga cada dos por tres y adiós
viaje!).
Como por ese entonces empezábamos a estar cansados de coger
tantos aviones, decidimos centrar nuestro viaje en la ciudad de Buenos Aires, donde
debíamos desde hacía tiempo una visita familiar.
Desde allí hicimos una escapada a una estancia (lo que
nosotros llamaríamos una finca) en mitad del campo argentino y también cogimos un
avión a las Cataratas del Iguazú (donde hicimos dos noches).
No voy a negar que BA es una ciudad que podría ser una
pasada si la tuviesen más cuidada y fuese más segura. Hoy en día, por
desgracia, la gente que se lo puede permitir se está yendo a vivir a
urbanizaciones privadas, totalmente cercadas y con seguridad en la entrada.
Dentro de estas urbanizaciones tienen supermercados, escuelas y todo lo
necesario para tener que salir lo justo de ellas. Comimos en casa de unos conocidos en una de estas urbanizaciones y nos estuvieron contando que cada vez se han tenido que ir mudando más hacia las afueras de la ciudad, una pena.
Sin más rodeos, ¿qué recomendaría yo no perderse en la
capital Argentina?
Sin duda, yo me alojaría en la zona de Palermo Soho…mi
barrio preferido de la ciudad! Una chulada! Lleno de terrazas, restaurantes de
todo tipo, sitios para tomarte una copilla, boutiques…todo muy cuidado y cool.
Mucha gente joven y un ambiente relajado, que tengo que decir que no encontramos en
otras partes de la ciudad.
Tomando una caña por Palermo Soho
La siguiente zona que te hace ver que a la ciudad lo único
que le falta es un ambiente político mejor y mayor estabilidad económica, pero
que su estructura y edificios son verdaderas joyas, es la zona donde están la
mayoría de embajadas y hotelazos, así como la Avenida Libertadores (donde está
el Casino, el Hipódromo etc) y los Bosques de Palermo.
La librería El Ateneo (un antiguo teatro y una pasada de bonita!), un paseo por Puerto Madero, conocer la plaza de Mayo con la Casa Rosada o una visita al café Tortoni serían otras de mis recomendaciones.
La Feria de San Telmo que se hace los domingo en la calle Defensa y alrededores, es visita obligada! Se trata de una especie de rastro lleno de cosas interesantes. Nuestra adquisición estrella fue un sifón súper molón con el que queremos hacer una lámpara!
Salir de la ciudad a pasar el día a una "estancia" del campo
argentino es un “must”!. Nosotros reservamos en una que estaba situada en San
Antonio de Areco, nos recibieron con empanadas caseras de carne y verdura (en
Argentina las hacen brutales!) y limonada, montamos a caballo, disfrutamos del
típico asado argentino y nos quedamos anonadados con demostraciones de varias
artes ecuestres como la doma india.
Pero nuestro planazo en BA fue apuntarnos a clases de Tango! fue divertidísimo!! la escuela se llamaba "La Escuela del Tango" (http://www.laescueladeltango.com.ar/) y se la recomendaría a cualquiera que quiera hacer lo mismo. Claudia, la directora de la escuela era un encanto y daba gusto verla bailar...chapeau!
En cuanto a las Cataratas del Iguazú, una pasada! todavía me sigo preguntando como puede un lugar acumular tanta agua y con tanta fuerza! imponente! nosotros las vimos desde el lago argentino, aunque también se pueden visitar desde el extremo brasileño.
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